jueves, 15 de mayo de 2014

La Acuarela

Acuarela, etimológicamente, deriva del latín "aqua" y el diccionario nos lo define como "pintura realizada con colores diluidos en agua y que, emplea como blanco, el color del papel" o "colores con los que se realiza la pintura".
El agua es el medio por el cual se transmite al papel la cualidad y calidad del color de los distintos pigmentos diluidos en este medio, aglutinados con otras 
sustancias como por ejemplo goma del Senegal, goma arábiga o tragacento, a lo que, los muy puristas, añaden otros componentes como glicerina, miel, hiel de vaca, un agente conservador como puede ser el fenol o el ortofenilfenato de sodio.
A estas disoluciones se les denomina tintas y los baños con los que bañamos el papel usando el pincel u otro medio, se le llama aguadas.

Los colores de acuarelas se forman con un compuesto de pigmentos secos, en polvo, mezclados con goma arábica y solubles en agua. En la práctica, los colores ya preparados se disuelven, en el mejor de los casos, en agua destilada y se aplican al papel por medio de un pincel.
La característica principal de los trabajos en acuarela es la transparencia que producen estos pigmentos diluidos, lo que hace también que la técnica sea difícil, como difícil resulta la tarea de corregir o disimular algún error que, en el periodo de ejecución se produzca, aunque siempre existe algunas posibilidades que brinda el conocimiento y comportamiento de la acuarela, lo que unos denominan trucos o recursos.

Desde finales del siglo XIX, la pintura "a la acuarela" ha gozado de gran popularidad, siendo esta popularidad, la causante de cierto desprestigio ya que, el termino pintar "a la acuarela" se asociaba, automáticamente, a ciertos estratos de la sociedad que gozaba de una posición económica desahogada y que convertía, su afición por la pintura, en un pasatiempo ameno, usando las acuarelas como medio de expresión, ejecutando una y otra vez paisajes bucólicos, delicados, usando y abusando de los tonos pastel. A pesar de todo, los artistas han seguido utilizando la acuarela de forma creativa y aplicándola a los temas más diversos.

El agua es la protagonista de la acuarela y la causante de la excepcional transparencia y luminosidad que la caracterizan, imposibles de conseguir casi con ningún otro medio. En su utilización interviene el agua junto a una pequeña cantidad de pigmento que, una vez evaporada el agua, queda depositado en una capa tan diáfana que permite que el color blanco del papel quede a la vista bajo la pintura, proporcionando esta cualidad de transparencia propia de una buena acuarela.

Todavía existen detractores de la acuarela, que la tachan de ser una técnica de "segunda", apoyándose en argumentos como la inestabilidad del color.
La transformación que experimentan las obras ejecutadas con esta técnica es la de presentar un aspecto muy vivo, cuando están húmedas y apagadas, atenuadas, claras una vez la obra seca. Esta transformación de aclarado que, evidentemente cambia el aspecto de la obra final, puede llegar, aproximadamente, a un 50% dependiendo de la cantidad de color con las que hayas cargado el pincel al ejecutar las aguadas. Por esto hay que tener en cuenta este proceso, a fin de conseguir el aspecto final lo más próximo a tu percepción.

A pesar de que algunos puristas defienden que existe una forma correcta de pintar con acuarela, sin salirse de las normas establecidas en tiempos pretéritos, en la actualidad, cada vez son más los artistas que, persiguiendo un resultado final, utilizan y mezclan técnicas en la misma obra.
La técnica debe ser utilizada en beneficio de la obra y por lo tanto, nunca esta deberá ser más importante que lo que se pinta.





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